Las palabras sobran. Se despide un jugador diferente. Casi ningún futbolista demostró la fidelidad, el compromiso, el respeto y el amor a esta institución, a esta historia, a esta camiseta y a nuestra gente como lo hizo Marco Gastón Ruben.
Más de un centenar de goles desde que debutó en Primera con Don Ángel, participó de la eliminación en Copa Sudamericana a nuestros eternos rivales, volvió vigente, peleó campeonatos, a base de esfuerzo y laburo puso a Central en los grandes planos del continente inflando las redes de todas las canchas. Le robaron como a todos nosotros y volvió a intentarlo, hasta que la historia decidió que era el momento. Campeón e ídolo para toda la eternidad.
Nos hablaron muchas veces del Torito Aguirre, del Matador Kempes y el Patón Bauza; nosotros vamos a poder contarles a nuestras próximas generaciones que vivimos en la misma época que el máximo goleador del profesionalismo de Rosario Central.
Te vamos a recordar toda la vida. Nos hiciste gritar y festejar más que cualquier otro. El cariño será eterno, Marco.
Hasta siempre goleador!
Hasta siempre capitán!
Hasta siempre campeón!